En Cataluña tenemos una tradición entrañable que combina viejas leyendas de dragones y princesas con el perfume de las rosas y la cultura de los libros. Festividad que no se ha librado tampoco de la corrosiva politización que todas y cada una de las fiestas, ferias y eventos lúdicos en esta tierra, han venido sufriendo en los últimos años, destruyendo la verdadera esencia, la pureza y el significado de cada una de ellas y en particular de esta, en la honomástica de San Jorge, quien es también venerado patrón de Cáceres y Aragón entre otros muchos lugares dentro y fuera de España.
Una festividad entrañable por su carácter cultural y romántico, pero donde en Cataluña se utiliza para impulsar una catalanización excluyente de la lengua española y una politización absoluta con la presencia de todos los partidos y de todas las entidades políticas que imparten su propaganda y su doctrina separatista por todos los rincones y eventos de Cataluña.
Una lamentable manera de desvirtuar, intoxicar y destruir el valor integrador, plural, cultural y festivo que caracteriza a nuestras las fiestas populares en su esencia, hasta que la sombra politizadora y corrosiva del oportunismo político y la agresividad implacable del separatismo adoctrinador, se apodera de todas y cada una de ellas.
Una triste realidad protagonizada por quienes van de salvapatrias y cazadragones, no siendo más que la sombra amenazadora que la envilece.
A. Hidalgo - 23/04/2017