Jornada de libros y rosas
en mi tierra catalana,
buenos libros para ellos
y una rosa a cada dama.
Una fiesta que es de todos,
tristemente secuestrada,
por las proclamas de odio
de la soberbia estelada.
Domingo de aroma y versos
en este trozo de España,
que no hay odio bajo el cielo
para poder secuestrarla.
Una fiesta que es de todos
para olerla y disfrutarla,
buenos libros para ellos
y una rosa a cada dama.
A. Hidalgo - 23/04/2017