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Nunca fui racista, prueba de ello es que a diario trabajo con gente de diferentes etnias, diferentes colores de piel.

Me identifico como persona que ayuda a quien puede sin importarle nada, sin pretender nada a cambio, se por mi labor que para ayudar de verdad lo primero que as de hacer es planificar de forma precisa como vas a ayudar, si no lo haces es previsible que aunque pretendas ayudar el resultado sea todo lo contrario.

Me indigne cuando algunos partidos políticos utilizaron el drama humano que sufren muchos seres humanos que migran para hacer propaganda política, para algunos en el poder, recibir fondos Europeos destinados a esas pobres personas, nunca se me ocurriría hacer aquel llamamiento que algunos hicieron "Queremos acoger", decían, para apenas dos años después de acoger dejar abandonadas a su suerte a esas personas, jamas.

Como si de una moda se tratase muchas regiones, en su mayoría gobernadas por los supuestos gobiernos del cambio, fueron las que después de mucho manifestarse obtuvieron lo que pedían y recibieron la llegada de emigrantes, después de la foto y una vez los medios de comunicación dejaron de llenar portadas con este tema, los emigrantes quedaron en el olvido, afinados en centros de acogida, en centros de menores, los mismos emigrantes en condiciones infrahumanas algunos, denunciaban que vivían en la miseria en el olvido, que para vivir de forma miserable mejor era que los devolvieran a sus países de origen, esta claro que el sistema de acogida no a estado a la altura.

Ahora tenemos a emigrantes viviendo en las calles de forma infrahumana, tenemos a estos seres humanos vagando sin futuro alguno, tenemos a menores con sarna abusando de nuestras hijas, apuñalando a nuestros hijos, el sistema a fracasado y demostrado que no se puede jugar con vidas humanas, tenemos un sistema de prestaciones colapsado y sin apenas dinero para mantener las prestaciones sociales, algunos por su ansia de poder han destruido nuestro sistema de bienestar.

No, no es culpa de ellos los emigrantes, es culpa de quienes sin escrúpulos los utilizan, hacer el bien no consiste en acoger a estas personas, hacer el bien es trabajar en sus países de origen para que tengan un futuro, para que puedan vivir con dignidad.

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