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EL tornillo de Arquímedes es una máquina gravimétrica helicoidal utilizada para la elevación de agua, harina, cereales o material excavado. Fue inventado en el siglo III a. C. por Arquímedes, del que recibe su nombre, aunque existen hipótesis de que ya era utilizado en el Antiguo Egipto. Se basa en un tornillo que se hace girar dentro de un cilindro hueco, situado sobre un plano inclinado, y que permite elevar el cuerpo o fluido situado por debajo del eje de giro. Desde su invención hasta ahora se ha utilizado para el bombeo. También es llamado tornillo sin fin por su circuito infinito. El movimiento de este aparato suele ser gracias a un molino o por trabajo manual. Debido a que el tornillo rota, éste hace que el líquido que se encuentra debajo ascienda por la superficie helicoidal que lo rodea. Su uso fue principalmente para sistemas de irrigación y para sacar agua de minas, pozos u otros sitios poco accesibles.


La invención de este tornillo se le atribuye al pensador griego Arquímedes de Siracusa en el siglo tercero antes de Cristo. Pero sin embargo, existe un supuesto de que esta atribución fuera realizada en el siglo sexto antes de Cristo por el rey babilonio Nabucodonosor, y por el Dalley asiriólogo o pre-Egipto helenístico. Esta teoría fue refutada por la falta de evidencia literaria y arqueológica del tornillo antes del 250 a. C.
Sin embargo y viendo las evidencias del contacto entre babilónicos o sumerios con los tartessos y más tarde con los iberos peninsulares, mi sospechas a que el tornillo de Arquimedes fuese utilizado en la península antes de la llegada de los romanos es evidente...especialmente porque se conoce el contacto de los iberos con la minería. Hay en el área ibérica otras zonas y otros minerales que son objeto de explotación en época ibérica antes de lallegada de los cartagineses, que se siguieron explotando, incluso aumentando la producción, con los cartagineses y que no dejaron de explotar por los romanos, una vez conquistada la zona.
El territorio de los oretanos es una zona minera de gran importancia con dos centros mineros por excelencia, Sisapo (Almadén) y Cástulo (cerca de Linares). En época ibera se obtenían los metales de plomo y plata, aunque, cuando realmente se aceleró la producción, fue con la llegada primero de los cartagineses y luego de los romanos. Los datos de Plinio el viejo y los estudios de G. Tamain y C. Domergue al respecto son concluyentes.
Con la llegada de los cartagineses se intensificó la producción ibera de plata, utilizando nuevas técnicas aprendidas de los atenienses, y se desplazó la actividad minera de la plata hacia el Este. Se abandonan, al parecer, las explotaciones de la región de Huelva, pero se continúan explotando los yacimientos de Linares y, sobre todo, se realizan grandes explotaciones en la zona de Cartagena, donde tenemos noticias de que en la época de dominio cartaginés trabajaban 40.000 indígenas en la extracción de la galena argentífera.

Otros metales que se siguen explotando son el cobre de la zona de Cástulo, el oro de las minas de Sierra Nevada y el que se beneficia en los ríos que arrastran arenas auríferas (Genil y Darro), el minio, cuyo centro principal es Sisapo (Almadén) y del que Teofrasto nos habla en el siglo IV a.de C., y el plomo que se explota juntamente con la plata y que debió emplearse en abundancia, pues restos se han hallado con frecuencia en las excavaciones a partir del siglo IV. 
Tal y como conocemos que la industria textil ibera ya era floreciente antes de la llegada de los romanos. Entre las plantas textiles por los datos fuentes escritas sabemos que se cultivaban el lino, siendo muy famoso el de Tarraco o Kesse (Tarragona) y Saetabi (Játiva), y el esparto, que se cultivaba sobre todo en el Sudeste de la actual España. Presedo piensa que el lino se trabajaría con un sistema muy parecido al que Plinio describe para el esparto, pues la descripción que hace Plinio del trabajo del esparto se parece mucho al método empleado para el trabajo del lino en Galicia: se sembraba la semilla y se recogía en el mes de junio. Una vez quitada la linaza, se ataban pequeños manojos y se sumergía en agua durante una semana, se secaba al sol y se metía en un horno de temperatura no muy alta. Finalmente se "tascaba", cardaba, hilaba y tejía. Como sabemos, la indrutria textil se basa también en la necesidad de mucha agua, y por tanto posiblemente el tornillo de Arquímedes fuese una pieza indispensable dentro de este contexto.

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Por lo que se refiere a los medios de producción es importante resaltar el conocimiento en esta época y en este área ibera no solo la del tornillo de Arquímedes, la extracción de metales, así como hornos de fundido con ventilación (Estrabón, 3, 2, 8-11). 
Es pues evidente, que el tornillo para extraer agua
 no fue un invento meramente romano, pero si que su uso y sobre todo su evolución tecnológica fue fuertemente fruto de la grandes necesidades del imperio indispensable y necesitado de el liquido elemento, que aún hoy día es el bien más preciado junto al sol.

 

Mas información en: http://lavozdelciudadano.com/index.php/11-navarrete/3-el-eco-de-la-historia

J.L.N.G.“El Eco de la Historia”. 969602_430580543722053_2127722024_n.jpg - 6.11 kB Tras contemplar y manipular en la Tarraco Viva 2016 un Tornillo de Arquimedes.

 

 

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