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Cuento dedicado a mi perrita Dargidí

Era una luminosa mañana del mes de Mayo cuando Laika veía la luz... al menos ese fue el primer nombre que ella escuchó cuando unas niñas en un pueblo de Madrid la llamaban por éste, el primero de sus dos nombres los cuales oiría a lo largo de su vida.

Laika era un fuerte cachorro de una temida raza de perros, los “cuestionados Pitbull”, que más que carácter vienen ya marcados por el polémico nombre que despierta esta raza.

Entre juegos con las niñas, una de ellas con rasgos orientales y la otra con una larga cabellera rizada color rojizo, Laika se desperezaba de sus largos sueños, de los cuales tan solo ese timbre en la llamada de la dulce voz de las niñas parecía interrumpir gustosamente sus sueños.

Cuando dormía profundamente, parecía sentir en su interior un instinto de saber y poder volar, aunque desconocía su significado. A veces había visto unos seres con alas revoloteando entre las plantas del jardín, los cuales perseguía igual que unas esferas que botaban y las cuales le lanzaban aquellas niñas para satisfacer y aprender en sus juegos o experiencias por la vida canina. Así que en muchos de sus sueños se veía reflejada en aquellos seres con alas y dando vueltas en una esfera gigante de color azul, rodeada de manchas blancas como el algodón.

Laika estaba preparada para un largo viaje, pues unos seres desconocidos habían venido a buscarla, a esos tres seres parecía haberlos ya divisado en otra ocasión, días atrás, cuando encerrada entre palets la alejaron de ellos después de haber sentido unas dulces caricias y ella haberlos inundado de lametones. Algo en su interior le decía que dos de aquellos seres serían sus nuevos dueños, puesto que Laika además de juguetona y cariñosa era un cánido muy inteligente, en su instinto animal parecía evidenciar o adivinar su futuro más cercano.

La metieron en una especie de cajón el cual solo estaba abierto en su parte delantera con una especie de metal que impedía sacar su cabeza (allá pareció apercibir que aquel artilugio lo llamaban “Transportín”). Dentro de ese artefacto pasó un largo tiempo descansando y soñando de nuevo con aquella esfera de color azul, en la cual ella daba vueltas a su alrededor constantemente, para más tarde y al despertar, aterrizar en un nuevo hogar el cual ella olfateaba y descubría con su curiosidad... al mismo tiempo, aquellos seres parecían hablarle a la hora de llamarla con silabas diferentes a las que estaba acostumbrada...tenía un sonido diferente pero ella acudía gustosa a la voz de aquellos seres con los cuales intercambiaba caricias por lametones.

Al poco tiempo, Laika se acostumbró a aquel nuevo timbre o nombre, pero lo que no cambiaba en su interior eran aquellos sueños que la relacionaban con el vuelo y los viajes alrededor de aquella hermosa bola azul.

Laika crecía hermosa y feliz con sus nuevos amigos, se había ya convertido en una perrita “adolescente” y aunque las obligaciones a las ordenes de aquellos seres la abrumaba, también le divertía los juegos con un artilugio que volaba como aquellos seres alados que revoloteaban por el jardín de su casa, o en el bosque adyacente donde la llevaban a pasear y jugar con aquel disco volador. Según el timbre adoptado, para designar aquel artilugio por sus amigos, este tenía sonido como “Frisbee” así que, rápidamente asimiló ese sonido para designar a aquel artilugio volador y además con palabras como “¡cojelo!”. Ella al verlo flotar en el aire, se divertía enormemente correr tras él, la satisfacía cogerlo en el aire y así podía apreciar las carcajadas de felicidad y las palabras de aliento de sus amigos, cuando lo agarraba con su boca en el aíre haciendo una cabriola o parábola para cogerlo.

Una noche al poco de cumplir tres primaveras, tumbada en su camastro, agotada por un día intenso de campo y playa, Laika tuvo un largo pero bello sueño. Estaba sentada dentro de uno de esos aparatos que llamaban los humanos o aquellos seres “frisbee”.Viajando en él, descubrió que aquella bola que orbitaba era el lugar que los humanos llaman Tierra en la que constantemente sueña que puede volar como un frisbee, en la cual su instinto la despierta cuando su amigo humano abre la puerta de su casa y ella ya lo sabe porque adivina lo que su compañero piensa, cuando está dispuesto a jugar con ella.

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Mi perra Dargidí o "Laika" tumbada agotada después de haber jugado a coger su Frisbee volador.

 

Soy poseedor (o prefiero decir comparto amistad) con un perro de Raza Pitbull hembra, el cual nació y fuimos a buscarlo mi hija, mi cuñada, y yo a Madrid, aunque nosotros la “bautizamos” con el nombre de Dargidí, anteriormente había sido llamada por las hijas de mi primo con el nombre de Laika. A Laika o Dargidí le encanta cazar frisbees o discos voladores en el aire.

 

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Foto 1: Mi perra Dargidí o "Laika" disponiendose a despegar y volar...

Foto 2: Dargidí o Laika volando.

 

Laika en ruso significa: “que ladra”, nació en 1954 y murió el 3 de noviembre de 1957. Fue una perra espacial soviética que se convirtió en el primer ser vivo terrestre en orbitar la Tierra. Lo hizo a bordo de la nave soviética Sputnik 2, el 3 de noviembre de 1957, un mes después que el satélite Sputnik 1 orbitara la tierra. También fue el primer animal que murió en órbita.

 

La historia de la Laika rusa:

Laika era una perra callejera de Moscú, que pesaba aproximadamente 6 kg y tenía 3 años de edad cuando fue capturada para el programa espacial soviético. Originalmente la llamaron Kudryavka (rizadita), después Zhuchka (bichito), y luego Limonchik (limoncito), para finalmente llamarla Laika, debido a su raza y costumbre de "ladradora".

Aún hoy en día nos preguntamos las horas que estuvo Laika con vida en el espacio ya que mientras se sabía que no se registraban signos vitales en el interior del Sputnik 2, desde Moscú se aseguraba de que Laika volvería a la tierra sana y salva, dentro de un paracaídas. La población mundial estuvo expectante durante muchas semanas y meses esperando el regreso de Laika. Incluso en Chile algunos vecinos vieron como aterrizaba en Santiago un perro en paracaídas, con las mismas características que la perrita rusa, la población estuvo convencida de que se trataba de la perrita, pero al cabo de poco, la noticia se desvanecía con una gran evidencia, se trataba de una macabra broma ya que el perro en cuestión era un macho.

El Sputnik 2 no estaba preparado para regresar a la Tierra de forma segura, por lo que ya se sabía o los científicos rusos sabían que Laika no sobreviviría al viaje. Los científicos soviéticos planearon sacrificarla con comida envenenada, que Laika consumiría después de diez días. Sin embargo, la suerte del animal no fue la que se le había planeado. Durante años, la Unión Soviética dio explicaciones contradictorias sobre la muerte de Laika, diciendo a veces que la perra había muerto por asfixia cuando las baterías fallaron, o que había recibido eutanasia conforme a los planes originales. En 1999, fuentes rusas aseguraron que Laika sobrevivió por lo menos cuatro días, y después pereció por el sobrecalentamiento de la nave. En octubre de 2002, el científico Dimitri Malashenkov, quien participó en el lanzamiento del Sputnik 2, reveló que Laika había muerto entre cinco y siete horas después del despegue, debido al estrés causado por el viaje y sobrecalentamiento alcanzado en el interior del Sputnik 2. De acuerdo a un artículo que se presentó en el Congreso Mundial del espacio en Houston los científicos admitieron que:

-“Resultó prácticamente imposible crear un control de temperatura fiable en tan poco tiempo.”-

El Sputnik 2 orbitó la Tierra 2.570 veces, durante 163 días. La nave explotó al entrar en contacto con la atmósfera el 14 de abril de 1958 desintegrando en ella todo rastro de Laika y el Sputnik 2.Poco tiempo después Yuri Gagarin, el primer cosmonauta de la historia declaró antes de partir:

Todavía hoy no sé si yo soy el 'primer hombre' o el 'último perro' en volar al espacio ”.

El 11 de abril de 2008 fue inaugurado un monumento en honor a la perra Laika en el centro de Moscú. Dicho monumento fue colocado en un centro comercial cerca del Instituto de Medicina Militar, donde medio siglo atrás ocurrieron los experimentos científicos con la participación de la célebre perra, así como muchos más perros y animales sacrificados para el bien de la humanidad y las investigaciones en el campo aeroespacial. La figura de bronce, de dos metros de altura, representa uno de los segmentos de un cohete espacial, que se transforma en una mano humana, sobre la cual está el cuerpo de Laika.

Muchos somos los que nos preguntamos si merece la pena la perdida de cualquier manifestación de vida y si nosotros los hombres tenemos tan siquiera derecho alguno de interrumpir cualquier manifestación de vida por el planeta. El hombre cada día estoy más firmemente convencido que será el único animal que se autodestruirá o acabará con él mismo; y quien sabe si evolucionará ya alguna vez en forma responsable hacia su condición de “humano”.

Ejemplos como este , como muchos otros sacrificios para investigaciones en el campo de la medicina y la cosmética, en el que se sacrifican diariamente miles de animales. Abortos que se practican constantemente en el mundo por la simple irresponsabilidad humana nos debería de dejar algunas preguntas o interrogantes dentro de nuestro propio cerebro, más que cuestionar: “lo que piensan los demás...”

Quizá la respuesta a todas estas preguntas están en esta declaración hecha por un ser humano:

"Cuanto más tiempo pasa, más lamento lo sucedido. No debimos haberlo hecho...ni siquiera aprendimos lo suficiente en esta misión para que con ello justificara la pérdida del animal ".

Oleg Gazenko, uno de los principales responsables científicos del programa de investigación con animales en el espacio y entrenador personal de Laika.

 

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La célebre perra Laika sentada en uno de sus entrenamientos en lo que a la postre sería su "tumba eterna".

PARA TODO AQUEL QUE AMA TODA MINIFESTACIÓN DE VIDA, “POR SIMPLE QUE ESTA SEA”.

 

José Luis Navarrete Grima

"La Rueda de la Verdad, Misterio de la Vida"la-rueda.jpg - 8.09 kB 11 /1 /2014

 

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